Desde febrero llevo una temporada
que no paro en lo que a cursos se refiere. Sin duda alguna el más curioso de
los que he recibido, sobre todo por desconocido para mi, fue un taller de
grabado que hice a finales de marzo en Piedra Abierta, un agradable alojamiento rural en la montaña palentina.
El grabado es una técnica que
consiste en dibujar una imagen sobre una superficie rígida, generalmente
planchas de metal, dejando una huella que después alojará
tinta y será transferida a otra superficie como papel o tela, lo que permite
obtener varias reproducciones. El dibujo se realiza a base de líneas que se
hacen en la superficie de la plancha con instrumentos punzantes, cortantes o
mediante procesos químicos.
El curso duró dos días, con lo
que tuvimos tiempo de realizar varias placas con distintas técnicas. La primera
la hicimos con la técnica de punta seca, que básicamente consiste en dibujar
directamente sobre la plancha.
He de decir que yo no soy muy
buena dibujando y aun menos improvisando, pero a pesar de ello estoy muy contenta
con el resultado.
Después de una parada para comer
hicimos una otra plancha con las técnicas de aguafuerte o aguatinta, en las que
el grabado se realiza al introducir la plancha en un baño de ácido que produce
la corrosión del metal. El resultado es muy interesante, aunque un poco difícil
de controlar.
Al día siguiente probamos una
mezcla de transferencia con aguafuerte, pero la cosa no salió bien. Aun así
estoy contentísima con el curso, fue un fin de semana perfecto, una actividad
muy interesante, buena comida, buen alojamiento y buena compañía. ¿Acaso se
puede pedir más? Facebook Piedra Abierta
Los grabados hechos con las planchas son espectaculares. Parecen ilustraciones de libros. Angela.
ResponderEliminar¡Qué chulo queda! ¡Qué envidia!
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